La guerra es entre EU-OTAN y Rusia con cadáveres ucranios
La guerra en Ucrania llega a un año sin que se avizore el final de los combates, el sufrimiento y la destrucción. La próxima fase podría convertirse en un baño de sangre, ahora que Estados Unidos y Alemania acuerdan proveer de tanques a Kiev y que Volodymir Zelensky demanda que Occidente envíe misiles de largo alcance y aviones caza.
Cada vez es más obvio que se trata de una guerra de Estados Unidos y la OTAN contra Rusia, señala Noam Chomsky, al refutar la idea de que, a la luz de la invasión rusa a Ucrania, se requiere fortalecer a la OTAN. “Quienes quieren una Organización más fuerte tal vez querrían pensar en lo que la OTAN hace ahora mismo y en la forma en que ésta se ve a sí misma”, dice Chomsky, y advierte sobre “la creciente amenaza de que se den más pasos hacia una guerra nuclear”.
¿Cuál es su evaluación de los sucesos más recientes en este conflicto?
–Podemos comenzar por preguntarnos qué no está en esa agenda. La respuesta es fácil: hacer esfuerzos por poner fin a los horrores antes de que se vuelvan algo mucho peor. “Mucho peor” empieza con una mayor devastación de Ucrania, de por sí terrible. Por poner algunos ejemplos menores, al 23 de febrero pasado la ONU estima en unas 7 mil las muertes de civiles en Ucrania. Sin duda es un cálculo demasiado bajo; si lo triplicamos, llegamos al probable saldo de la invasión israelí de Líbano, con apoyo estadunidense, en 1982. Si lo multiplicamos por 30, llegamos al total de la matanza perpetrada por Ronald Reagan en Centroamérica, una de las incursiones en pequeña escala de Washington. Y así por el estilo.
Pero “mucho peor” va mucho más allá de la cuota mortal en Ucrania. Incluye a quienes enfrentan la hambruna por la restricción a los granos y fertilizantes de la rica región del Mar Negro; la creciente amenaza de nuevos pasos hacia la guerra nuclear (es decir, terminal), y, lo que puede considerarse lo peor de todo, la reversión de los esfuerzos limitados por impedir la inminente catástrofe del calentamiento global, que no debería ser necesario revisar.
Los medios acaban de informar que el Pentágono convoca a un programa ultrasecreto para insertar “equipos de control” en Ucrania que rastreen el movimiento de tropas. También ha revelado que Estados Unidos ha estado proporcionando información para dirigir todos los ataques con armas avanzadas, “práctica previamente oculta que revela un papel más profundo y operativamente activo del Pentágono en la guerra”. En algún momento podría haber represalias rusas, que serían un paso más para agravar el conflicto.
Persistiendo en su curso actual, la guerra llegará a confirmar la opinión de gran parte del mundo fuera de Occidente de que se trata de una guerra entre Estados Unidos y Rusia con cadáveres ucranios… cada vez más muertos.
Ha habido verdaderos éxitos para la política oficial de causar daño severo a Rusia. Como han indicado muchos comentaristas, por una fracción de su colosal presupuesto militar, Estados Unidos, porconducto de Ucrania, está degradando de manera significativa la capacidad militar de su único adversario en esta arena, lo cual no es un logro menor. En el dominio geopolítico, resuelve, al menos de manera temporal, lo que ha sido un tema importante en toda la era posterior a la Segunda Guerra Mundial: asegurar que Europa permanezca bajo control estadunidense dentro del sistema de la OTAN, en vez de adoptar un curso independiente e integrarse más con su socio comercial del este, rico en recursos naturales.
¿Quedan oportunidades para la diplomacia? Al continuar los combates, las posturas se endurecen, como es de esperarse. Por ahora las posturas de Ucrania y Rusia parecen irreconciliables.
Crédito de La Jornada