Un jurado condena a muerte al autor del tiroteo en una sinagoga de Pittsburgh, el peor crimen antisemita cometido en EE.UU

Un jurado federal sentenció este miércoles a Robert Gregory Bowers a pena de muerte por el tiroteo que acabó con la vida de 11 personas en la sinagoga Tree of Life de Pittsburgh (Pennsylvania) el 27 de octubre de 2018, el peor ataque antisemita de la historia de EE.UU.

Bowers fue condenado en junio por el tiroteo y ahora el jurado debía decidir, por unanimidad, si le condenaba a muerte o cadena perpetua sin posibilidad de fianza. La sentencia final la impondrá en todo caso el juez, Robert Colville. En caso de confirmar la sentencia, la ejecución podría demorarse en cualquier caso años debido a la moratoria del Departamento de Justicia a la pena de muerte.

Las ejecuciones son sumamente inusuales en el sistema de justicia penal federal. Solo se han llevado a cabo 50 desde 1927, la última el 16 de enero de 2021, cuando Dustin John Higgs, culpable de tres asesinatos, recibió la inyección letal en la cárcel de máxima seguridad de Terre Haute (Indiana).

“Cada una de las muertes basta por sí sola [para la condena]. El peso de todas las pérdidas es más que suficiente”, dijo el fiscal Eric Olshan en su alegato final el lunes a favor de la pena capital. “El acusado se enorgulleció de haber cometido la peor matanza contra judíos en la historia de Estados Unidos. Así que sopésenlo y cuando lo hayan hecho, impongan el único castigo suficiente bajo nuestra ley: una sentencia a muerte”, agregó.

Browers, un camionero de 50 años que expresó su odio contra la comunidad judía en redes sociales antes de perpetrar la masacre, estaba acusado de 63 crímenes federales, entre ellos delitos de odio y obstrucción al ejercicio de la religión con resultado de muerte.

El asesino, que iba armado con un rifle AR-15 y otras armas, hirió además a siete personas, incluidos cinco agentes de policía. Fue frenado por la policía en un salón de clases en el tercer piso.

Durante las tres semanas que duró el juicio, sobrevivientes, familias de víctimas y policías dieron testimonios emotivos de la masacre, mientras la Fiscalía mostraba la hostilidad del acusado contra los judíos, que incluía sus muestras de aprobación hacia Adolf Hitler y al genocidio nazi en redes sociales.

La defensa no puso en duda su culpabilidad, pero trató de evitar que le pudieran condenar a la pena capital alegando que padecía esquizofrenia, epilepsia y otras deficiencias cerebrales.

Sobrevivientes testificaron sobre el terror que sintieron aquel día, incluida una mujer que contó cómo le dispararon en el brazo y luego se dio cuenta de que habían matado a su madre, de 97 años, justo a su lado. Andrea Wedner, la última testigo del juicio, declaró ante el jurado que tocó el cuerpo sin vida de su madre y gritó “mamá” antes de que los agentes del SWAT la pusieran a salvo.

Los fiscales mostraron imágenes desgarradoras de la escena del crimen durante sus alegatos finales el lunes, incluidas fotos de las víctimas tendidas sobre charcos de su propia sangre, comparadas con imágenes de cuando estaban vivas, en bodas de seres queridos o jugando con sus hijos y nietos.

Con información de NBC News

con información Noticias Telemundo